Una posible vacuna paleativa para el Coronavirus

Los expertos de de la universidad de Johns Hopkins están probando un método de anticuerpos de la década de 1890 en COVID-19. Los investigadores proponen que la sangre de pacientes con coronavirus recuperados podría usarse en un tratamiento para ayudar a proteger a las personas de grupos de riezgo.




En un nuevo artículo, los expertos en enfermedades infecciosas explican cómo los anticuerpos virales, contenidos en el suero sanguíneo de pacientes que ya se han recuperado del coronavirus, podrían inyectarse en otras personas, ofreciéndoles protección a corto plazo.

Este remedio médico de larga data, llamado terapia de anticuerpos pasivos, se remonta a finales del siglo XIX y se utilizó ampliamente durante el siglo XX para ayudar a detener los brotes de sarampión, poliomielitis, paperas e influenza.

Por mucho que sea un metodo antiguo, odría ser una herramienta crucial y práctica en la lucha contra COVID-19, argumenta un equipo de la Universidad Johns Hopkins en el nuevo estudio, agregando que las terapias de anticuerpos pueden estar disponibles en poco tiempo.

"El despliegue de esta opción no requiere investigación o desarrollo", dice el inmunólogo Arturo Casadevall.
"Podría implementarse en un par de semanas, ya que depende de las prácticas estándar de almacenamiento de sangre".

Para que el tratamiento funcione, los pacientes con coronavirus recuperados necesitarían donar su sangre después de recuperarse de COVID-19 y aún convalecientes de la enfermedad. Durante esta fase, el suero sanguíneo contendría altas cantidades de anticuerpos naturales producidos para combatir el virus SARS-CoV-2.

Una vez que el cuerpo los produce en respuesta a los patógenos, dichos anticuerpos pueden permanecer circulando en la sangre durante meses e incluso años después de una infección.

Pero estos anticuerpos no solo son útiles para el individuo recuperado. Si los extraemos y procesamos, los anticuerpos pueden inyectarse en otras personas para proporcionar un beneficio a corto plazo; esto podría usarse para pacientes con riesgo grave, familiares no infectados de un paciente infectado, o para reforzar la inmunidad de los trabajadores médicos con una mayor exposición al patógeno.

Con ese fin, la Universidad John Hopkins está financiando esfuerzos para comenzar a establecer operaciones de terapia de anticuerpos para COVID-19 en el área de Baltimore en las próximas semanas. Los médicos en Nueva York también están investigando el tratamiento, dice Casadevall, mientras que internacionalmente, la compañía farmacéutica más grande de Japón está buscando desarrollar un medicamento basado en anticuerpos para combatir el coronavirus.

Todavía hay muchas incógnitas, incluida la cantidad de suero convaleciente que se necesita para ser efectivo para proteger a las personas, pero los informes tempranos y no confirmados de los medios de China sugieren que esta terapia ya está funcionando allí.

Nadie espera que la terapia pasiva de anticuerpos se convierta en una bala de plata para el nuevo coronavirus, pero como algo que podría ayudarnos a aplanar la curva mientras se desarrollan otros tratamientos, podría hacer una gran diferencia.

"Claramente, el uso de suero convaleciente sería una medida provisional que podría usarse en medio de la epidemia actual", escriben los autores.
"Dependiendo de la cantidad y composición del anticuerpo, la protección conferida por la inmunoglobulina transferida puede durar de semanas a meses".

Utilizando técnicas modernas de almacenamiento de sangre, que pueden detectar otros tipos de agentes infecciosos que podrían estar contenidos en la sangre, la terapia es posiblemente de bajo riesgo para las personas sanas, dicen los investigadores, especialmente en comparación con las amenazas inherentes al brote de COVID-19, para el cual no hay vacunas o medicamentos disponibles actualmente.

En ese contexto, el equipo propone que el uso de sueros convalecientes debe considerarse como una respuesta de emergencia para ayudar a proteger contra COVID-19, tal como se probó contra otras enfermedades por coronavirus de este siglo, incluidos el SARS1 y el MERS.

Fuentes:

https://www.jci.org/articles/view/138003#B27

https://www.sciencealert.com/a-classic-therapy-from-the-1890s-could-help-protect-against-coronavirus-experts-say?fbclid=IwAR2BdZGd2eutmFj_QvKK88WRdePQhlX5EB75rVT89fFJOUkiLwzagcdU8fw

 


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