Mil millones apenas alcanza para comenzar

Este sábado 24 de abril de 2021, a poco más de cuatro meses de iniciada la vacunación contra el Covid-19, el mundo sobrepasó los mil millones de dosis administradas. Trataremos de resumir el significado de esa cifra en el proceso vacunatorio, sus inequidades, y el ansiado reinicio de los viajes y el turismo.



Se precisan nueve veces esa cantidad de dosis para inmunizar totalmente al 70% de la población mundial, y al ritmo actual, según el estimador de covidvax.live, recién se alcanzaría en noviembre de 2022, confirmando los temores expresados en Los pronósticos también fallaron con la "vacunación global". Pero hay más de 30 países y territorios que ya lo alcanzarían (o alcanzaron, como Gibraltar) este año. Y todos ellos tienen una de dos características, o una población reducida, menor a 100.000 habitantes, o la habilidad (que es mucho más que la economía) de producir o adquirir las dosis necesarias para su población.

El proceso vacunatorio y sus inequidades

Israel ha sido el país con más de 100.000 habitantes que más ha vacunado en el mundo. Pero actualmente se ha estabilizado en poco más del 60% de su población vacunada totalmente, y el ritmo de vacunación es muy bajo. Si se considera que casi el 10% de su población contrajo el virus y ya está casi toda recuperada (quedan menos de 2.000 casos activos), habría alcanzado la tan ansiada "inmunidad de rebaño" del 70%. Pero no se apura en reabrir sus fronteras, y sólo lo hará parcialmente a partir del próximo 23 de mayo.

El 45% de las dosis ya administradas se concentran en dos países, China (22,3%) y EE.UU. (22,7%). Pese a ello, muestran dos comportamientos totalmente diferentes. China mantiene sus fronteras cerradas, y gracias a que los 170 a 200 millones de chinos que antes viajaban al exterior están haciendo turismo interno, sus aviones y trenes están abarrotados y sus hoteles con ocupaciones superiores al 70% entre semana, y casi llegando al 100% los fines de semana. EE.UU. por el contrario, intenta reabrir sus fronteras e incentivar el "turismo de vacunas".

Europa representa apenas el 17% de las dosis administradas, casi un cuarto de ellas en el Reino Unido y otro tanto entre Alemania y Francia. Pero en este continente continúan los rebrotes y confinamientos, y están intentando (nos atrevemos a decir desesperadamente) reiniciar el tránsito interno de pasajeros comunitarios. El tránsito internacional sigue restringido, PCR y cuarentenas mediante. Y aunque poco se dice, siguen regulando la exportación de vacunas que producen priorizando el mercado interno, atacando penalmente a los laboratorios que no cumplen con la cantidad de dosis "prometidas".

India, productora de vacunas, lleva dadas 142 millones de dosis, 10 cada 100 habitantes. Pero mientras los funcionarios indios informaron casi 350.000 nuevas infecciones el sábado, la mitad de las registradas en todo el mundo, sus hospitales están insoportablemente llenos y la gente está muriendo en fila esperando ver a los médicos. El repentino aumento de las últimas semanas ha arrojado dudas sobre la cifra oficial de muertos por Covid-19 en India de casi 200.000, pues los informes de los campos de cremación sugieren un número mucho mayor. El problema es que la crisis de India está afectando al esfuerzo mundial de vacunación, especialmente en África, después de que el gobierno de Delhi restringiera las exportaciones de dosis para hacer frente a su propio brote. Ahora Estados Unidos está bajo presión para liberar suministros de vacunas.

En Sudamérica también el proceso es muy desigual. Chile, con 14 millones de dosis administradas, tiene más del 40% de su población con al menos una dosis y 31% totalmente inmunizados, pero varias regiones continúan con cuarentenas estrictas. Brasil, productor de vacunas, lleva 38 millones de dosis administradas, lo que ha alcanzado apenas para 18 dosis cada 100 habitantes. Argentina, con 7 millones de dosis (15 c/100), suma más que Colombia (4 M, 9 c/100) y Perú (1 M, 4 c/100). Uruguay, con 1,6 millones de dosis administradas (46 c/100), suma más que Bolivia, Ecuador, Paraguay y Venezuela juntos.

Pasaporte sanitario ¿la vuelta de los viajes y el turismo ?

Desde el PDA tienen claro que esa vuelta será lenta, medida, por etapas, con muchos controles. Coincidimos que deberá existir, pero por ahora sólo vemos declaraciones de intención y baja ejecución.  

Respecto a Uruguay, primero tendrá que controlarse la pandemia y llevar el número de nuevos casos diarios, internados en CTI y muertes a cifras razonables, aspiraríamos a cero en las tres variables, pero un 20% de la población sin intención de vacunarse lo hace imposible. Sólo en ese momento podremos comenzar a pensar cómo reabrir progresivamente las fronteras. Mientras deberemos mirar lo que sucede en EE.UU., Europa e Israel, porque se allí sacaremos enseñanzas, y si hay un esfuerzo importante en recomponer nuestra conectividad, posiblemente un interesante flujo de viajeros. En cuanto a nuestros vecinos, Argentina y Brasil, si bien ambos en este momento tienen menos casos activos, dado que su ritmo de vacunación sigue siendo lento debería pasar algo más de tiempo antes que vuelvan a ser nuestros clientes principales.

Si tuviera que decidir cómo reabrir las fronteras, optaría por exigir PCR previo al embarque, y al ingresar a territorio uruguayo, PCR y test de antígenos (para verificar presencia de anticuerpos), circular con la app coronavirusuy o una herramienta digital de control y seguimiento similar, y no hacer cuarentena, pero estar ubicables a las autoridades. El "pasaporte sanitario", bien, gracias, se verá cuando llegue, si es que llega.

por Eliseo Sequeira, desde Montevideo


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